Nos cuesta levantarnos ya que estábamos cansados y lo
hacemos un poco mas tarde de las 10,00 h.
Lo primero es acercarnos al 7 eleven que hay en la esquina para coger
algo y desayunar ya que tenemos hambre.
En el hotel nos explican que tienen un autobús gratuito
ellos que sale cada 15 minutos y te deja justo en el centro (del lado de la
península digamos, de la zona de Kowloon). Cogemos dicho bus y nos acerca a
Tsim Tsa Tsui, y nos ponemos a ver lo que hay en este lado de la bahía. Lo
primero que ya se observa es la gran cantidad de rascacielos y edificios altos,
pero no solo que sean hoteles, sino también los bloques de viviendas son así.
Ya que Hong Kong es pequeño, y no había mucho terreno para poder edificar, se
pusieron a construir a lo alto absolutamente todo.
Se divisan varios museos juntos y con una edificación muy
moderna, son el Museo de Arte y el del Espacio, y además esta el Centro
Cultural junto a ellos. Hace un calor
insufrible. Hay un paseo que recorre la
bahía que es la Avenida
de las estrellas y desde ahí se puede divisar todo el Skyline de edificios al
otro lado, en la parte de la propia isla.
Se llama Avenida de las estrellas porque en el suelo aparecen las
estrellas y las manos puestas (similar al de Hollywood) pero con actores
asiáticos. Por supuesto apenas conocemos a unos cuantos: Bruce Lee, Jet Li,
Jackie Chan..
Un poco más adelante hay una estatua de Bruce Lee muy
chula. Hace un calor terrible por lo que
pillamos unos zumos frescos y así aprovechamos para coger un poco de aire en la
tienda. Hace mucho calor fuera, pero en
las tiendas, metros, pasadizos, está puesto el aire acondicionado, que es
relajante, pero un contraste peligroso.
Parece que David no anda bien del estómago, no sabemos si
algo le sentó mal de comida o simplemente gases o algo así. Aquí también se conduce por la izquierda y
los vehículos tienen el volante a la derecha.
Pero apenas hay tráfico, con toda la cantidad de gente que hay, muy
pocos coches, y eso es porque todo el mundo usa el metro o transporte público
porque hay muchos buses (de una y de dos plantas), también he visto tranvías..
Luego visitamos la Clock
Tower , torre del reloj que es algo fea, pero es que por lo
visto de las construcciones más antiguas que quedan de los inicios. Cogemos el
metro y cruzamos a la isla, al otro lado, nos bajamos en Admiralty. Lo curioso que vemos es que todos los
edificios y todas las zonas están comunicadas a través de pasillos, bien
subterráneos o elevados, con carteles indicativos. Es decir, la gente no va por la calle, por el
exterior, pero claro, eso si te lo conoces bien, porque nosotros vamos
fijándonos pero a veces nos liamos.
Llegamos a la torre del banco de china, el 3º edificio más
alto de Hong Kong y de los más bonitos. Leímos que se podía subir gratis hasta
la planta 43 y así hacemos. Entramos y nos ponen una tarjeta de visita y
subimos en el ascensor hasta dicha planta, hay vistas de Hong Kong desde lo
alto, pero solo desde un lado, lástima.
Salimos a la calle y paseamos por los edificios
impresionantes de alrededor, todos enormes, las torres Lippo, el HSBC (banco
importante)… Varias curiosidades de los hongkoneses: no sudan, con el calor que
hace, que es terrible, y muchos con trajes, que me da algo con solo
verles. Otra cosa, todos van con sus
teléfonos, tablets o similares en el metro, todos! Cada uno a su bola, hablando
con los cascos con su móvil, escribiéndose por el wasap, jugando, pero todos
ensimismados, parece una película.
Seguimos caminando y vamos a ver el otro edificio alto de
este lado, la torre IFC. Nos movemos por los pasadizos y te vas encontrando
tiendas, incluso a veces centros comerciales dentro de los propios
subterráneos, es increíble. Está la
tienda de Apple justo debajo de la torre IFC por lo cual David que tenía
pensado comprarse un Ipad, entramos a mirar. Le cuadra el precio y va a tiro hecho, y se lo
compra directamente. Llegamos por fin a la torre IFC, el 2º edificio más alto
de Hong Kong, también se puede subir gratis hasta la planta 55, nos dan otro
pase identificativos.
Cuando subimos, las vistas son mucho mejores desde aquí, se
puede ir dando la vuelta y tener diferentes perspectivas de la ciudad, toda la
bahía se ve genial. Además se ve espectacular el edificio más alto de Hong
Kong, de reciente construcción, que está al otro lado, en Kowloon. A este lado
de la isla ya no se va a poder construir ningún edificio más alto, porque nada
puede ser de mayor altura que el Peak, el pico Victoria. Por eso que se fueran
al otro lado a construirlo.
Salimos de la torre del International Finance Center (torre
IFC) y ya es mediodía y buscamos un lugar para comer. Teníamos pensado ir a la zona del escalador,
ya que teníamos anotado que por esa zona está llena de sitios para comer y
tomar algo. Y también mucha zona de tiendas.
El escalador es una escalera mecánica enorme, que hace que vayas
pudiendo subir desde la zona más baja de la ciudad, poco a poco hacia la zona
más elevada. Está muy bien pensado, y a
los márgenes, a ambos lados, hay tiendas y lugares de comer y pubs. Paramos en uno de ellos a comer que tiene
buena pinta y me pido un Souvlaki, unas brochetas de carne variada (cerdo,
ternera, cordero), con ensalada y para entrantes los tres unos panecillos con
unas salsas riquísimos.
Me sienta de lujo y me quita el apetito y David que ya está
mejor del estómago, puede comer también.
Al terminar nos toca ahora subir al Peak. Como ya estamos a media
subida, nos acercamos a una parada intermedia que tiene el tranvía. Es como un tren cremallera que sube hasta
arriba muy inclinado porque es una subida fuerte en poco espacio. Las vistas en cuanto vamos subiendo, van
mejorando, el Pico Victoria es zona verde y te vas alejando y subiendo para
tener unas vistas de la ciudad increíbles.
Por lo visto suele subir la gente más al atardecer, nosotros estamos
yendo antes, serán las 16,00 h. aproximadamente.
Ya una vez arriba disfrutamos de las vistas, nos paramos a
tomar un café y unos zumos desde un mirador, para hacernos unas fotos y poco
después bajar en el tranvía. Al llegar
abajo, la cola de gente que hay para subir a esa hora es alucinante, para ver
el atardecer, menos mal que nos libramos.
Poco a poco vamos regresando, pasamos por la Catedral de St. John, que
está en obras y no se puede ver bien. Y
llegamos hasta el metro de nuevo para cruzar al otro lado, ya que nuestra
intención es ver la Sinfonía
de las luces, que es un espectáculo que hay en la avenida de las estrellas a
las 20,00 h. cada día.
Cuando entramos al metro, de repente parece que hay una
estampida de gente. No hay un solo hueco
para pasar, todo lleno de gente y cada uno para cada su lado, y nadie se choca,
es alucinante. Parece el rodaje de una película, como un hervidero de hormigas.
Bajamos a nuestro metro y está abarrotado, de hecho el andén esta repleto y
gente haciendo cola para los próximos.
Me recuerda a Madrid en hora punta.
Y menos mal que pasan cada 2 minutos los trenes, aún así, tienen que
pasar 3 metros
hasta que podemos avanzar y subir, y por supuesto, apretados como latas de
sardinas, menos mal que solo es cruzar al otro lado, una parada.
Llegamos con tiempo de sobra y ya va empezando a anochecer y
se van iluminando poco a poco los edificios.
Se ven todas las marcas, no falta ni una: Panasonic, Samsung, Nokia,
Sanyo… Cogemos buen sitio para poder ver el espectáculo y vamos haciéndonos
unas fotos. Aquello se va llenando de
gente constantemente, hasta que se acerca la hora y por megafonía te dicen por
inglés que va a comenzar.
Dura 20 minutos y el único edificio que mola un poco el
juego de luces que hace es la
Torre del Banco de China. Ponen música de fondo, hacen algún
movimiento curioso, pero en general queda algo decepcionante, mas que nada
porque te da la sensación que daba mas juego y que se podía sacar más partido
con lo que había. Lástima. Aún así está bien haberlo visto.
Regresamos desde allí mismo con el autobús que pone el hotel
que justo a y media salía de vuelta uno.
Y vamos a darnos un baño relajante a la piscina del ático del hotel. Al ser de noche, está iluminada, no hay
nadie, y se está de lujo, está el agua caliente y nos sienta de maravilla. Media hora de baño y vamos a ducharnos a la
habitación para luego bajar a cenar por los alrededores.
Nos metemos en un sitio que tenía buena pinta y el precio de
la carta fuera no estaba mal, pero luego a la elegir la comida, no es que sea
muy allá que digamos. La carne bien,
pero la sopa tenía mucha verdura y no me gustaba el sabor. De regreso aprovechamos para comprar en el 7
eleven el desayuno para la mañana siguiente, como tenemos nevera, podemos meter
zumo y café allí. Subimos a descansar un
poco antes de acostarnos. Ha sido un
día completo e intenso, de buen tute, y viendo mucho de la ciudad. Nos vamos a dormir a las 00,00 h.
No hay comentarios:
Publicar un comentario