domingo, 2 de junio de 2013

DIA 14 - 31 MAYO 2013 – Hong Kong –



Nos cuesta levantarnos ya que estábamos cansados y lo hacemos un poco mas tarde de las 10,00 h.  Lo primero es acercarnos al 7 eleven que hay en la esquina para coger algo y desayunar ya que tenemos hambre. 

 


En el hotel nos explican que tienen un autobús gratuito ellos que sale cada 15 minutos y te deja justo en el centro (del lado de la península digamos, de la zona de Kowloon). Cogemos dicho bus y nos acerca a Tsim Tsa Tsui, y nos ponemos a ver lo que hay en este lado de la bahía. Lo primero que ya se observa es la gran cantidad de rascacielos y edificios altos, pero no solo que sean hoteles, sino también los bloques de viviendas son así. Ya que Hong Kong es pequeño, y no había mucho terreno para poder edificar, se pusieron a construir a lo alto absolutamente todo. 

 

 

Se divisan varios museos juntos y con una edificación muy moderna, son el Museo de Arte y el del Espacio, y además esta el Centro Cultural junto a ellos.  Hace un calor insufrible.  Hay un paseo que recorre la bahía que es la Avenida de las estrellas y desde ahí se puede divisar todo el Skyline de edificios al otro lado, en la parte de la propia isla.  Se llama Avenida de las estrellas porque en el suelo aparecen las estrellas y las manos puestas (similar al de Hollywood) pero con actores asiáticos. Por supuesto apenas conocemos a unos cuantos: Bruce Lee, Jet Li, Jackie Chan..

 

 

Un poco más adelante hay una estatua de Bruce Lee muy chula.  Hace un calor terrible por lo que pillamos unos zumos frescos y así aprovechamos para coger un poco de aire en la tienda.  Hace mucho calor fuera, pero en las tiendas, metros, pasadizos, está puesto el aire acondicionado, que es relajante, pero un contraste peligroso. 

 

 

Parece que David no anda bien del estómago, no sabemos si algo le sentó mal de comida o simplemente gases o algo así.  Aquí también se conduce por la izquierda y los vehículos tienen el volante a la derecha.  Pero apenas hay tráfico, con toda la cantidad de gente que hay, muy pocos coches, y eso es porque todo el mundo usa el metro o transporte público porque hay muchos buses (de una y de dos plantas), también he visto tranvías..

 

 

Luego visitamos la Clock Tower, torre del reloj que es algo fea, pero es que por lo visto de las construcciones más antiguas que quedan de los inicios. Cogemos el metro y cruzamos a la isla, al otro lado, nos bajamos en Admiralty.  Lo curioso que vemos es que todos los edificios y todas las zonas están comunicadas a través de pasillos, bien subterráneos o elevados, con carteles indicativos.  Es decir, la gente no va por la calle, por el exterior, pero claro, eso si te lo conoces bien, porque nosotros vamos fijándonos pero a veces nos liamos. 


Llegamos a la torre del banco de china, el 3º edificio más alto de Hong Kong y de los más bonitos. Leímos que se podía subir gratis hasta la planta 43 y así hacemos. Entramos y nos ponen una tarjeta de visita y subimos en el ascensor hasta dicha planta, hay vistas de Hong Kong desde lo alto, pero solo desde un lado, lástima.

 

 

Salimos a la calle y paseamos por los edificios impresionantes de alrededor, todos enormes, las torres Lippo, el HSBC (banco importante)… Varias curiosidades de los hongkoneses: no sudan, con el calor que hace, que es terrible, y muchos con trajes, que me da algo con solo verles.  Otra cosa, todos van con sus teléfonos, tablets o similares en el metro, todos! Cada uno a su bola, hablando con los cascos con su móvil, escribiéndose por el wasap, jugando, pero todos ensimismados, parece una película.

 

 

Seguimos caminando y vamos a ver el otro edificio alto de este lado, la torre IFC. Nos movemos por los pasadizos y te vas encontrando tiendas, incluso a veces centros comerciales dentro de los propios subterráneos, es increíble.  Está la tienda de Apple justo debajo de la torre IFC por lo cual David que tenía pensado comprarse un Ipad, entramos a mirar.  Le cuadra el precio y va a tiro hecho, y se lo compra directamente. Llegamos por fin a la torre IFC, el 2º edificio más alto de Hong Kong, también se puede subir gratis hasta la planta 55, nos dan otro pase identificativos.

 

 

Cuando subimos, las vistas son mucho mejores desde aquí, se puede ir dando la vuelta y tener diferentes perspectivas de la ciudad, toda la bahía se ve genial. Además se ve espectacular el edificio más alto de Hong Kong, de reciente construcción, que está al otro lado, en Kowloon. A este lado de la isla ya no se va a poder construir ningún edificio más alto, porque nada puede ser de mayor altura que el Peak, el pico Victoria. Por eso que se fueran al otro lado a construirlo.

 

 

Salimos de la torre del International Finance Center (torre IFC) y ya es mediodía y buscamos un lugar para comer.  Teníamos pensado ir a la zona del escalador, ya que teníamos anotado que por esa zona está llena de sitios para comer y tomar algo. Y también mucha zona de tiendas.  El escalador es una escalera mecánica enorme, que hace que vayas pudiendo subir desde la zona más baja de la ciudad, poco a poco hacia la zona más elevada.  Está muy bien pensado, y a los márgenes, a ambos lados, hay tiendas y lugares de comer y pubs.  Paramos en uno de ellos a comer que tiene buena pinta y me pido un Souvlaki, unas brochetas de carne variada (cerdo, ternera, cordero), con ensalada y para entrantes los tres unos panecillos con unas salsas riquísimos.

 

 

Me sienta de lujo y me quita el apetito y David que ya está mejor del estómago, puede comer también.  Al terminar nos toca ahora subir al Peak. Como ya estamos a media subida, nos acercamos a una parada intermedia que tiene el tranvía.  Es como un tren cremallera que sube hasta arriba muy inclinado porque es una subida fuerte en poco espacio.  Las vistas en cuanto vamos subiendo, van mejorando, el Pico Victoria es zona verde y te vas alejando y subiendo para tener unas vistas de la ciudad increíbles.  Por lo visto suele subir la gente más al atardecer, nosotros estamos yendo antes, serán las 16,00 h. aproximadamente.

 

 

Ya una vez arriba disfrutamos de las vistas, nos paramos a tomar un café y unos zumos desde un mirador, para hacernos unas fotos y poco después bajar en el tranvía.  Al llegar abajo, la cola de gente que hay para subir a esa hora es alucinante, para ver el atardecer, menos mal que nos libramos.  Poco a poco vamos regresando, pasamos por la Catedral de St. John, que está en obras y no se puede ver bien.  Y llegamos hasta el metro de nuevo para cruzar al otro lado, ya que nuestra intención es ver la Sinfonía de las luces, que es un espectáculo que hay en la avenida de las estrellas a las 20,00 h. cada día. 

 

 

Cuando entramos al metro, de repente parece que hay una estampida de gente.  No hay un solo hueco para pasar, todo lleno de gente y cada uno para cada su lado, y nadie se choca, es alucinante. Parece el rodaje de una película, como un hervidero de hormigas. Bajamos a nuestro metro y está abarrotado, de hecho el andén esta repleto y gente haciendo cola para los próximos.  Me recuerda a Madrid en hora punta.  Y menos mal que pasan cada 2 minutos los trenes, aún así, tienen que pasar 3 metros hasta que podemos avanzar y subir, y por supuesto, apretados como latas de sardinas, menos mal que solo es cruzar al otro lado, una parada.

 

Llegamos con tiempo de sobra y ya va empezando a anochecer y se van iluminando poco a poco los edificios.  Se ven todas las marcas, no falta ni una: Panasonic, Samsung, Nokia, Sanyo… Cogemos buen sitio para poder ver el espectáculo y vamos haciéndonos unas fotos.  Aquello se va llenando de gente constantemente, hasta que se acerca la hora y por megafonía te dicen por inglés que va a comenzar. 

 

 

Dura 20 minutos y el único edificio que mola un poco el juego de luces que hace es la Torre del Banco de China. Ponen música de fondo, hacen algún movimiento curioso, pero en general queda algo decepcionante, mas que nada porque te da la sensación que daba mas juego y que se podía sacar más partido con lo que había.  Lástima.  Aún así está bien haberlo visto.

 
 

Regresamos desde allí mismo con el autobús que pone el hotel que justo a y media salía de vuelta uno.  Y vamos a darnos un baño relajante a la piscina del ático del hotel.  Al ser de noche, está iluminada, no hay nadie, y se está de lujo, está el agua caliente y nos sienta de maravilla.  Media hora de baño y vamos a ducharnos a la habitación para luego bajar a cenar por los alrededores.


Nos metemos en un sitio que tenía buena pinta y el precio de la carta fuera no estaba mal, pero luego a la elegir la comida, no es que sea muy allá que digamos.  La carne bien, pero la sopa tenía mucha verdura y no me gustaba el sabor.  De regreso aprovechamos para comprar en el 7 eleven el desayuno para la mañana siguiente, como tenemos nevera, podemos meter zumo y café allí.  Subimos a descansar un poco antes de acostarnos.   Ha sido un día completo e intenso, de buen tute, y viendo mucho de la ciudad.  Nos vamos a dormir a las 00,00 h.

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