miércoles, 29 de mayo de 2013

DIA 12 - 29 MAYO 2013 - Bali, Ubud –



Esta vez nos levantamos un poco mas tarde, a las 07,30 h para bajar a desayunar nuevamente al aire libre, en la terraza donde la piscina.  No parece que haya mucha gente alojada en el hotel, aunque como todo está tan tranquilo, cualquiera sabe.

Nuevamente coloco el mapa para poder verificar las zonas que visitamos, hoy iremos de nuevo a la zona este.


 

Nuevamente he descansado y dormido muy bien, como cada noche en este hotel, estamos muy contentos con el alojamiento en Ubud. Hoy será nuestro último día completo y día de ruta aquí.  Llega temprano de nuevo Riasa y nos saluda alegre y sonriente como cada día. Es muy afable.  La lástima es que con el tema de la crisis que tenemos dice que últimamente no tiene muchos clientes, que espera que para la temporada alta, a partir de junio, se anime la cosa, porque no le ha escrito mucha gente.


 

Nos subimos al vehículo y la primera parada será ir a ver las Danzas Barong, a un pueblo cercano, en Batubulan.  Antes pasamos para que David deje para enviar una postal y también pasamos por un mercado de un pueblo que nos viene bien de camino, para ver si Miguel encuentra una cosa que le había encargado un amigo. Aunque no lo encuentra, la verdad es que el mercado está muy bien, me sirve para ir echando un ojo para ver que cosas puedo llevarme de allí.

 


Llegamos al pueblo donde va a comenzar la representación a las 09:30 h. Dura una hora la función y cuesta 80.000 rupias.  Nos sentamos en primera fila y suena la música y comienza el espectáculo.  Es como una especie de representación que mezcla la cultura, la historia, la tradición y la mitología de Balí.  Aunque la verdad es que nos decepciona un poco, es algo soso.  De hecho Riasa no era algo que nos recomendase, pero como nosotros lo veíamos anunciado en todas las guías y en todos los tours, y como teníamos tiempo de sobra decidimos verlo, ya el tercer día.



Tras la función cogemos el coche y vamos hacia un pequeño pueblo costero que se llama Kusamba, que está en dirección a Padang Bai, donde cogimos el barco para ir a las islas Gili.  Tras algo mas de media hora de carretera llegamos a este pequeño pueblo pesquero, donde hay muchas barcas y donde nos va a enseñar como están limpiando todo el pescado y lo van echando en cestos con sal y lo preparan para llevarlo a los mercados.  El olor es fuerte y la verdad es que no se ve mucha higiene por allí, pero es un pueblo muy pobre.

 

Nos subimos al coche y salimos de allí, y me fijo que una cosa es curiosa, siempre que dejamos el vehículo en cualquier lugar turístico, siempre hay una persona que se encarga de vigilar los coches aparcados, será como un puesto, y cuando nos marchamos siempre Riasa da un billete de 5.000 rupias (unos céntimos de euro) por esa labor.

 
 
Continuamos la ruta a ver la cueva de murciélagos de Goa Lawah, que está muy cerca, casi al lado.  Pagamos por la entrada 6.000 rupias y entramos a verlo y tenemos que ponernos el "sarong" o la falda, para poder entrar.  Al acercarnos nos quedamos anonadados de la cantidad de murciélagos que hay en el techo, de hecho no se puede entrar en la cueva, nunca se ha adentrado nadie, únicamente a lo que es justo la entrada, pero no al fondo de la cueva.  

 

 

Realmente a mi me da algo de asco, ver tanta cantidad de murciélagos y huele bastante fuerte.  Al salir de nuevo las mujeres se te acercan para venderte de todo: comida, colgantes, etc.  Una consigue liar a Miguel para que le compre algo.


Tras la visita a la cueva, tenemos ahora un buen trayecto en coche hasta Tirtagangga, que es la próxima visita.  Allí es donde comeremos. Tardamos una hora en llegar y vamos lo primero al comedor, que ya son las 13,00 h y hay hambre.  Se come bien, barato y al aire libre.  Como un plato típico balines, con un poco de todo: arroz, carne, salsa que pica un poco y verdura.




Vamos a ver las piscinas reales que hay en Tirtagangga, que significa que es agua sagrada del río Ganges. Tiene parte que es manantial donde se bañan turistas, y luego aparte hay una zona donde puedes echar de comer a unos peces de tamaños enormes, pasando sobre una especie de pasarela de círculos sobre el agua.



Tal y como nos dice Riasa, eso recuerda al programa de antaño de humor amarillo. De nuevo hace un día soleado, alguna nube de cuando en cuando, pero buena temperatura una vez más. Da pena que se va terminando el viaje, de hecho en Bali solo nos queda hoy y mañana sólo hasta el mediodía que tenemos que ir ya para el aeropuerto dirección Hong Kong.  Como digo siempre, cuando más sale uno fuera, más ganas tiene de seguir conociendo más cosas.
 



 
Nos subimos al coche y vamos a hacer la última visita del día puesto que hoy le dijimos a Riasa de regresar antes para poder visitar el mercado de Ubud ya que lo cierran a las 19 h y estos días anteriores siempre regresamos cuando ya lo están cerrando.  Nos dirigimos a la playa, a Amed, a unos 40 minutos de donde estamos.
 
Allí en Amed vamos porque Miguel quiere hacer snorkel y poder ver un barco que hay en esa zona hundido, que un amigo suyo que estuvo aquí de visita dijo que se podía ver, y que era muy chulo. A David y a mí no nos llama el tema de hacer snorkel, pero como es costa y es playa, podemos mientras estar allí bien.  
 
Una vez hemos llegado a Amed, Riasa mas o menos sabe la zona donde puede estar por lo que ha oído a otros turistas que ha llevado, aunque no sabe exactamente el lugar, así que cuando nos hemos acercado se para a preguntar.  Aquello esta bastante muerto, que poca gente hay por todos los lugares. Una vez localizamos el sitio exacto aparcamos y Miguel va a alquilar un momento las gafas, tubo y aletas y se lanza al agua, mientras nosotros nos tomamos algo en un bar delante de él, en la orilla, viéndole.
 

Cuando esta a muy poca profundidad nos hace gestos como de que está allí y al rato sale y nos cuenta que hay un barco hundido allí, aunque es bastante cutre, luego leímos que era un barco de guerra japonés, de cuando la 2º Guerra Mundial.  Nos explica Miguel que es más bonito si acaso la cantidad de peces que hay, lo que está claro es que no parece una gran atracción turística porque Miguel es el único que hay en el agua.
 
 
Terminamos de tomar el café y Miguel se seca y devuelve lo alquilado para regresar ya a Ubud, en un largo trayecto de unas 2 horas.  Aprovecho para echar alguna cabezada y mientras vemos como cae de repente algo de lluvia, solo por momentos, aunque a veces incluso fuerte.  Llegamos a Ubud cuando está empezando a anochecer, una hora antes de que se termine el mercado.
 
Vamos a echar un vistazo para ir tanteando que comprar, aunque teníamos pensado ir a hacer las compras mañana por la mañana que es nuestro último rato en Balí, hasta que al mediodía venga a recogernos Riasa para llevarnos al aeropuerto.  El mercado esta muy bien, muchos puestos, con multitud de cosas, aunque nada tiene precio, hay que estar preguntando todo el rato y regatear es obligatorio.  De momento sólo cogemos David y yo unos imanes a pachas.
Ya cuando van cerrando los puestos del mercado nos vamos a dar un masaje, en otro lugar diferente, para probar.  Es igual, una hora, un centro que me recomendaron aquí en Ubud y la verdad es que lo dan muy bien, es con aceite relajante.  Regresamos al hotel para darnos una ducha y descansar un poco y ya ir preparando las maletas, o yo por lo menos prefiero dejarlo organizado ya y listo todo para mañana no perder tiempo.  Una vez que hemos terminado bajamos a cenar algo, a una pizzeria que hay al lado del hotel, para así variar un poco en la comida.
La verdad es que es alucinante la cantidad de gente que hay atendiendo en todos los puestos, hoteles, restaurantes.. En la pizzería aparte de nosotros había únicamente otra pareja cenando, pues de personal había más de 10 personas, que los estuvimos contando.  En nuestro hotel, siempre andaban 5 o 6 por recepción mas luego otros tantos por ahí merodeando, limpiando la piscina, etc.. Hablándolo con Riasa nos dice que hay mucha gente que son aprendices, y que estos no cobran, están solo para ir aprendiendo.
Terminamos de cenar y nos vamos al dormitorio, yo escribo un poco y hago recuento del dinero que me queda para calcular para las compras del día siguiente lo que dispongo, para algún souvenir.  Y un rato después me acuesto a las 23,00 h.
 
 

DIA 11 - 28 MAYO 2013 - Bali, Ubud –



De nuevo suena el despertador a las 07,00 h puesto que quedamos a la misma hora con nuestro guía. Bajamos a saborear nuestro pedazo de desayuno y Riasa llega igualmente pronto, como el día anterior. 


Nos recoge y antes de comenzar el camino de hoy, pasamos por un Change para ir a cambiar algo de dinero, puesto que David y yo necesitamos rupias. El lugar para el cambio donde nos lleva Riasa está muy bien.


Añado de nuevo el mapa de Bali, para poder ir viendo donde se sitúan los lugares que vamos visitando, hoy iremos por la zona norte.


 

A pesar de esto la primera visita está un poco al sur de Ubud, pero muy cerca, y es el templo de Taman Ayun.  Es algo que quisimos ver cuando estuvimos instalados en Kuta, pero al final se nos hizo un poco lejos con la moto y no llegamos hasta él, por lo que lo dejamos para este tramo. 


No tardamos casi nada en llegar, se encuentra en Mengwi, es uno de los templos más importantes de Bali, puesto que pertenece a la familia real.  Cuesta la entrada 15,000 rupias y al llegar temprano no hay turistas y así podemos verlo tranquilamente.  Es algo que nuestro guía prepara bien, casi todo lo que vamos a ver siempre estamos casi sin gente, y nos está cuadrando todo genial.  Nos explica la historia del templo y le damos la vuelta completa haciéndonos unas fotos.




Hoy ha amanecido igual, despejado, a ver cuanto dura.  Continuamos la visita, ahora un buen tramo en coche, puesto que vamos hacia los lagos que hay al norte.  Por el camino vamos pasando por pequeños pueblos donde Riasa nos siguen contando cosas sobre el país.  Por ejemplo son muy aficionados a las peleas de gallos, puesto que vemos que muchas casas tienen jaulas con gallos.  Se dedican a hacer peleas y apuestan por ello, es muy típico de la zona. También me quedo sorprendido por todo lo que conoce sobre nuestro país, tanto refranes, dichos, tema de política; incluso de fútbol está muy puesto en jugadores, fichajes..


Tras una hora de viaje llegamos al lago, en donde se encuentra el templo de Ulun Danu Beratan, o mayormente conocido como el templo del lago.  La entrada es la mas cara de todas, 30.000 rupias, y el templo no se tiene acceso al mismo porque está sobre el lago. Es muy bonito, y aparte el entorno que le rodea, aparte del lago, la montaña, lo dan un punto más de espectacularidad.  De hecho es la foto que sale en el billete de 50.000 rupias.

 
 

Tras verlo tranquilamente volvemos a continuar con el camino hacia los dos lagos gemelos, siguiendo una ascensión de curvas constantes, serpenteándolas.  Nos pregunta Riasa si queremos ver unos macacos y es que según vamos subiendo, hay una zona donde en la propia carretera vemos monos en los bordes de las mismas y colgados de los árboles.  Se echa a un lado con el vehículo para pararnos y ver a los monos de cerca, mas que nada porque nos dice que estos son monos muy tranquilos, no hacen perrerías como los de Uluwatu.

 
 

Al bajarnos comprobamos que es cierto, son muy tranquilos, los hay pequeños y también muy grandes y viejos, algunos tienen a sus crías pequeñas en la tripa, en una especia de bolsa para llevarlos, es muy curioso.  Hay un par de mujeres junto a ellos que venden frutas para dárselos a comer, pero preferimos no hacerlo.  Nos subimos al coche y seguimos conduciendo hasta que llegamos al mirador donde se ven los dos lagos gemelos. Ya hay algo de niebla, pero los lagos se ven bien, no entiendo el tema de lagos gemelos puesto que son de tamaños y formas diferentes. 

 

 

Vamos a ver antes de parar para comer una cosa mas, la cascada Munduk.  Está cerca de allí y mientras llegamos vemos que el cielo ya se está nublando.  Es la zona norte de la isla de Bali la que siempre esta así, yo creo que tiene que ver con que es donde están las zonas montañosas, porque en Ubud y al sur de la isla siempre nos hacía durante el día mucho sol y era por la tarde cuando se nublaba.


Llegamos al parking y nos adentramos en un bosque, nos dice que hay que andar un par de kilómetros por un sendero, tal cual, vegetación pura y dura, parece una ruta de senderismo o una etapa del camino de santiago, hasta que de repente se empieza a escuchar ruido de agua y aparece de la nada ante nosotros la enorme cascada. Es flipante.  Son casi 40 metros de altura de cascada, aunque es complicado adentrarse, puesto que tienes que mojarte los pies y el agua está fría.

 
 

Nos acercamos hasta donde podemos, yo me pongo las chanclas para poder meterme en el agua mejor y así poder hacer algunas fotos más curiosas.  Lo ideal es en buen tiempo, que uno se puede meter debajo de la propia cascada o incluso bañarse allí mismo, pero ahora mismo eso no es posible.  La entrada es muy barata, son 5.000 rupias.


Abandonamos la visita y toca ir a comer, que lo haremos en un balneario que hay cerca, a 30 minutos de allí.  Cuando vamos en el coche empieza a llover un poco, estamos teniendo suerte, porque en las visitas no nos llueve, lo hace cuando hemos terminado o mientras comemos.  Llegamos al balneario, es manantial termal natural, con aguas calientes y sulfatadas que sirve para curar y sanar.  Se llama Air Panas y está en Banjar.  Lo primero que vamos es a comer, puesto que ya son las 13,00 h y tenemos apetito.  Al darnos la carta vemos que son precios muy baratos, y pedimos la comida y la bebida. 

 

 

Mientras estamos comiendo, podemos ver a la gente como está bañándose en las diferentes piscinas con chorros de agua.  El día anterior nos aviso Riasa para que llevásemos bañador y toalla, precisamente para esto.  Después de comer, vamos a cambiarnos David y yo y nos metemos en el agua, ya que a Miguel no le apetece meterse.


Nos metemos en las piscinas y es cierto que el agua está bastante caliente y se nota que está tratada, vamos probándolas todas y dejamos que los chorros nos peguen bien.  Estamos un rato, y luego nos damos una ducha y nos cambiamos.  Tomamos un café antes de continuar con lo que queda de visita antes de volver. 

 
 

Vamos a visitar un Monasterio budista que hay cerca de allí, también en Banjar.  Su nombre es monasterio Brahma Vihara Ashrama.  Es bastante extraño y uno de los pocos budistas que hay en Bali, porque tal y como nos cuenta Riasa, allí el 80% de la población en Bali son hinduistas, y luego después lo siguiente que hay mas serían musulmanes. Me refiero a Bali y no a Indonesia.
 
 
 
Llegamos al Monasterio media hora después y nos recuerda mucho a cuando estuvimos el año pasado en Thailandia, ya que allí si que la mayoría era budista.  Entramos un rato a meditar, tras ponernos el “sarong” y descalzarnos.  Nos da unas nociones básicas sobre todo ello, y hace que encendamos un incienso y pidamos un deseo.  Posteriormente abandonamos el Monasterio.
 
 
 

Al salir del mismo vemos una tortuga gigante en el césped.  Y comenzamos el regreso a Ubud, puesto que estamos muy lejos, al norte del todo de la isla y hay más de 2 horas de regreso seguramente.  Ya está haciendo mejor tiempo desde que comimos. 


Según vamos en el coche, doy alguna cabezada, y hacemos una parada a mitad de camino al pasar por unos campos verdes de arrozales muy bonitos para hacernos unas cuantas fotos.  Continuamos la marcha ya del tirón hasta Ubud; como había supuesto tardamos bastante en regresar, ya que estábamos lejos, y las carreteras no son buenas y entre las motos, el hecho de que empiece a anochecer y demás, hace que tardemos algo más de lo normal. 

 
 

Llegamos al hotel a las 18,30 h.  Nos subimos a las habitaciones a ducharnos y descansar un poco antes de bajar a cenar.  Damos una vuelta por las calles del pueblo antes de ir a repetir a cenar al Pundhi Pundhi, que nos gustó mucho la primera noche, la comida está muy bien de calidad y es muy barato. Esta vez me pido un plato de pasta a la boloñesa, mis compañeros repiten comida de aquí, y luego tranquilamente damos un paseo para regresar al hotel.


Me pongo a escribir un poco y nos acostamos de nuevo temprano, sobre las 23,00 h para poder descansar.  Al día siguiente hemos quedado un poco más tarde con Riasa, por lo cual podremos tener media hora mas de sueño.
 

DIA 10 - 27 MAYO 2013 - Bali, Ubud –



Puse el despertador bien pronto, a las 07,00 h puesto que nuestro guía viene a recogernos una hora después y hay que desayunar antes y tengo hoy que afeitarme después de la ducha.  He descansado y dormido genial.

Pongo el mapa de nuevo, para que se pueda ir siguiendo la ruta que vamos pasando, hoy iremos zona nor-este:



Desayunamos en la terraza de la recepción, es muy agradable la temperatura, hace fresco. Nos ponen de todo: fruta variada (mango, piña, sandía, melón), zumo de naranja, café con leche y tostadas.  Mientras estamos empezando a devorarlo aparece nuestro guía allí, 15 minutos antes. Nos dice que le gusta llegar con tiempo, pero que terminemos tranquilamente.  Se llama Riasa, y tras mirar por foros de viajeros mucho tiempo, de los guías que hablaban en español, era el más recomendado por todos.



 

Terminamos, nos preparamos y salimos a la hora establecida, las 08,00 h. Es un monovolumen color blanco, Toyota, amplio, de 5 plazas y gran maletero. Nos subimos y ya rápido empieza a hablar y contarnos. Tiene un español muy fluido, lo estuvo estudiando aquí nos dice, y estuvo también una semana en España. Casi todos sus clientes son españoles, el 80%, y en seguida el muchacho te gana. Es muy simpático y gasta bromas constantemente, hasta se nota que está al día de lo nuestro, porque tan pronto comenta algo de Paquirrín, como del yerno del rey. Es un personaje muy peculiar.

 

La primera parada que hace es los arrozales de Tegalalang, que llegamos rápido, en media hora. Son arrozales en forma escalonada, que están en su mayor parte ya recogidos. Está algo nublado y quizás nos vaya a fastidiar el tema de la luz para las fotos. Todo por aquí es verde, muy verde de hecho, tiene muy buen aspecto.

 


Subimos al vehículo para seguir con la ruta, a la siguiente parada. Aprovechamos para irle preguntando de todo a Riasa, no para de hablar, disfruta. No dejamos nada de preguntarle, sobre el país, la cultura, estudios, sanidad, trabajo, religión, familia, política, cosas que vamos viendo y no entendemos.  Te lo contesta absolutamente todo, está muy preparado. Según vamos si hay algo que nos gusta o queremos hacer foto, nos para el vehículo o bajamos un momento para hacernos fotografías.  Como por ejemplo por unos campos muy verdes que son preciosos y le pedimos que nos pare un momento.
 

 

Al poco rato también llegamos al Templo Tirta Empul, donde hay que pagar 15,000 rupias. Es algo simbólico, porque no llega al euro y pico. Nos hace poner una especie de pareo para colocárnoslo en las piernas, es obligatorio para todos los templos. Es genial porque ya lo lleva preparado en el maletero, como también lleva botellas de agua frescas, y toallitas húmedas. Está perfectamente equipado.


 

Nos colocamos “las faldas” y entramos al templo. Según nos explica aquí viene la gente a purificarse, son manantiales, donde hay chorros de agua, la gente entra y se moja completamente por esa agua que viene de las montañas y que es sagrada, incluso sanadora, según dicen.  Luego aparte de los manantiales, vemos también el templo en sí.  Lo que si hay es mucha gente en cada sitio intentando venderte postales o algún souvenir o algo de comida o bebida, muchas veces son niños o niñas.

 


 
Terminamos la visita y nos subimos a continuar el trayecto hacia el bosque de bambú, que está también muy cerca.  Lo ha organizado muy bien para ir enlazando unas cosas con otras cada poco rato y así es mucho mejor.  Detiene el vehículo en medio del bosque, que es inmenso, muy denso, bambú altísimos, y nos explica para que se utiliza y demás. Nos enseña un lugar donde hay unas lianas para colgarnos un poco y hacer el ganso.

 


 

Después de pasar por el bosque de bambú nos dirigimos a Penglipuran, o también ahora conocido como pueblo de Pekín Express, y es que ahí se estuvo rodando el programa, en la segunda edición.  Entramos en alguna de las casas del pueblo, también tuvimos que pagar una entrada de 15,000 rupias.  Nos explica como viven familias enteras, pero hasta de 14 personas, vemos como en el interior de cada casa, están las diferentes estancias y cada casa tiene su propio pequeño templo para rezar o también sus animales.  Empieza a chispear un poco mientras estamos en el pueblo y saca unos paraguas Riasa que lleva en el coche, no le falta nada.


 

Salimos del pueblo y continuamos con nuestro camino, hacia Kintamani, que es la ladera donde está el volcán Batur, por lo visto unas vistas espectaculares ya que también al pie hay un lago, pero según vamos subiendo con el coche, hay una niebla densa que hace que no se pueda ver el paisaje, y tenemos que pasar de largo. Es una lástima, aunque nos dice nuestro guía, que si mañana o pasado, que son los otros dos días que tenemos también de rutas, el tiempo esta claro, iremos a recuperar esta visita.  Ya que vamos a un buen ritmo. 


Nos desviamos hacia la siguiente parada de la ruta, las carreteras son todas serpenteantes, pequeñas, entre pueblos, pero que hace que lo que veamos sea mas agradable, mucho más bonito.  El siguiente destino es el Templo madre Besakih, el más importante de los templos de la isla, un complejo que a su vez se compone de 22 templos.  Pagamos de nuevo la entrada correspondiente de 15,000 rupias y accedemos por una escalinata al patio central y desde ahí caminamos y vemos los diferentes templos. Riasa nos cuenta la historia del templo, como hace con cada cosa que vamos viendo, de cuando se construyó, cómo, le gusta mucho detallarlo, tirar de mitología y religión.  Paramos un poco a descansar.  

 


 

Sigue nublado y de cuando en cuando caen algunas gotas y vuelve a parar, ya nos dice el propio Riasa que en esta época del año aquí esto no es normal, parece que no hemos tenido suerte. Cogemos de nuevo el vehículo y ya nos dirigimos a comer, ya hay hambre y con tanta visita y demás no me doy cuenta que ya son las 13,00 h.  


 
Riasa nos acerca para comer a un lugar que según entramos nos quedamos alucinados, de las vistas que tiene, está en Sidemen.  Es un restaurante que tiene todas las mesas al aire libre y con unas vistas espectaculares de unos bancales de arroz, y al fondo imponente el volcán Agung, que es la cima más alta de la isla, 3.142 metros, y un volcán, que aunque esta activo, lleva dormido muchos años.  Vamos a coger la comida, de buffet y con una variedad inmensa, me lleno el plato de todo: arroz, carne, noodles, patatas, hasta tortilla. Al terminarlo vuelvo a repetir, y luego además algo de fruta y un café.  Riasa tiene que comer separado de nosotros, puesto que los turistas no pueden comer en el mismo lado que la gente de allí.

 



Tenemos la suerte que según estamos comiendo se va disipando la niebla y se va viendo mejor el volcán, es grandioso.  Salimos del buffet ya con la tripa llena y justo nos va a enseñar fuera un murciélago que hay subido a un palo, es enorme.  Coge un poco de sandía para darle de comer y menudo bicho, como se zampa la comida, aunque a mi me da un poco de asco los murciélagos, y este es muy grande.
 

Cogemos el coche para ya empezar a regresar a Ubud, y ver un par de cosas más en la ruta de hoy. Lo primero es pasar por un puente de madera, donde paramos a hacer unas bonitas fotos, con el verde, la montaña, un río abajo que cruza, incluso hay gente que se baña desnuda nos dice Riasa, y es cierto, porque vemos a alguno. 

 
Ahora ya hace mejor tiempo, incluso parece que se despeja el cielo en muchas zonas, hoy ha sido al revés que nos ha pasado en días anteriores, que hacia claro por el día y se ponía lluvioso cuando atardecía.  Luego pasamos por Klungklung, donde está el Palacio de Justicia de Kerta Gosa, aunque ni siquiera paramos puesto que está en muy mal estado de conservación y no merece la pena nos indica.  Es cierto que desde fuera no parece gran cosa.

 
Nos dirigimos al último punto de interés del día, la cueva del elefante de Goa Gajah que está en Bedulu, ya cerca de Ubud.  Pagamos las 10,000 rupias de la entrada y vamos a visitar la cueva, que es muy pequeña, pero que la forma que tiene en la entrada es fascinante.  Vuelve a relatarnos la historia mitológica de dicha cueva, y regresamos al hotel, que está apenas a 10 minutos de esta cueva.

 



Hemos regresado sobre las 17,00 h por lo que ha sido un día intenso que ha dado tiempo a ver muchas cosas y que se ha pasado muy ameno y bien rápido. Riasa genial, el único pero el tema de la niebla que nos fastidió un poco en la ruta, pero por lo demás ha salido todo fantástico y estamos muy contentos con la elección del guía y la organización. No lo he comentado pero el precio que nos cobra Riasa es 45 euros el día, a los tres, es decir, que tocaríamos a 15 euros por persona, tenerle el día completo, mas las explicaciones, la gasolina, el agua, etc..  A mi me parece inmejorable.

 
Como hemos llegado temprano, decidimos darnos un masaje aquí en el hotel, que el precio era económico y vimos las salas y tenían muy buena pinta.  Dura una hora y son unos 6 euros aprox.  Es un masaje diferente al de Thailandia, este es más relajante, no dan tanta fuerza como allá, y a mí me gusta, desde los dedos del pie hasta la frente, un masaje completo.  Ya estoy como nuevo.  Habrá que repetir otro día. 

 
 
Subimos a las habitaciones, una ducha y un poco de relax, porque ya al terminar el masaje ha anochecido.  Bajamos a cenar a un sitio que nos recomienda Riasa y picamos algo ligero, tampoco mucha cosa, ya que nos vamos a acostar en breve.  El sitio es agradable.  Seguimos notando que Ubud es muy tranquilo, a partir de que anochece ya no se ve a nadie por las calles, todos se van pronto a la cama.

Lo que hay que tener es mucho cuidado andando por las calles, ya que hay poca iluminación, está todo muy oscuro, y están las aceras en muy malas condiciones, muchos agujeros y rendijas, que puedes pisar mal o torcerte un tobillo.  También se ven constantemente lagartijas, alguna rana, cucarachas, mucho bicho, hay mucha naturaleza, por lo cual es inevitable.

Llegamos al hotel y reposamos un poco antes de acostarnos, ha sido un dia largo y hay que descansar para poder continuar el día siguiente viendo más cosas.  Me duermo sobre las 00,00 h.

 

martes, 28 de mayo de 2013

DIA 9 - 26 MAYO 2013 - Bali, desde Gili hacia Ubud –


Nos levantamos a las 09,00 h.
 



Una ducha rápida y como ya dejamos las maletas preparadas, bajamos únicamente a tomar el desayuno de buffet de la villa antes de abandonarlo. Un zumo de naranja, café y bollos y una tortilla francesa, más algo de fruta para llenar el estómago.  Dejamos con mucho pesar esta maravillosa villa, muy recomendable, y nos dirigimos hacia donde sale el barco, que zarpa a las 10,30 h.





Como vamos con las maletas, de nuevo cogemos un carro, para que nos acerque. Nos chequean el ticket y nos apelotonamos todos los viajantes y todo el equipaje. Hace de nuevo un día soleado y parece que vamos a salir con retraso.  Forman una línea humana los chicos indonesios para subir las maletas al barco poco a poco, y nos montamos al mismo barco en el que vinimos.




Y con mucha pena dejamos la isla, para mí totalmente desconocida, pero maravillosa y paradisíaca, para un relax absoluto y descanso, sin agobios, barato, y muy bien atendidos.  Salimos con bastante retraso, y no nos vamos directamente para Bali, sino que antes pasamos por otra de las islas, Meno, y también por Lombok, para dejar a unos cuantos y que suban otros.  


Eso hace que el regreso sea mas largo que para venir, un viaje cómodo, para por fin llegar al embarcadero de Padang Bai. Ahí ya teníamos hablado cuando lo contratamos que el transporte nos llevara directamente a nuestro próximo destino, Ubud, y tal cual lo anotaron en nuestro ticket y al bajar del barco ya estaban las furgonetas preparadas para cada destino.  


Nos subimos nosotros tres a la furgoneta con otros 3 chicos australianos que también van para Ubud y tardamos en llegar una hora aproximadamente. El camino es todo muy verde; de hecho donde vamos nosotros ahora a estar alojados, Ubud, mas céntrico de la isla es un pueblo en medio de todo arrozales y muy verde.




Llegamos a Ubud al mediodía, ya con hambre, y nos dejan directamente en nuestro hotel reservado, el Tunjung Mas Bungalows, que nos había recomendado el guía que tenemos contratado para las rutas estos días posteriores. Entramos y ya es muy acogedor y tranquilo, transmite mucha paz, están las habitaciones como en el interior de un bosque. Tras pasar por recepción y darnos allí mismo unos zumos de naranja, nos dan las llaves y al entrar en los dormitorios confirmamos la buena pinta que tenían, muy bonito y limpio. Y preciosas vistas por el enorme ventanal.



 


Como teníamos ya hambre, salimos directamente a comer, nada más salir ya vemos por la misma avenida que va hacia el centro, muchos sitios para poder comer, tiendas, etc. En uno que tiene muy buena pinta entramos, ya que miramos fuera la carta y está bien de precio. Pedimos comida y la calidad y la presentación es realmente buena, yo esta vez me pedí algo de carne y me salí de la comida asiática.

Se ha nublado, y tras comer, como nos dieron un mapa en recepción de Ubud, damos una vuelta para verlo, miramos las tiendas de souvenirs, hay mucho tema de tiendas de máscaras y de esculturas.  El pueblo es muy tranquilo, no hay mucha gente y tampoco hay mucho ruido, me gusta. Estamos alojados muy cerca de lo más conocido de Ubud, el Monkey Forest, el bosque de los monos. También es muy conocido el mercado que hay.  Pero como empieza a chispear, regresamos al hotel.


 
Aprovecho para escribir algo y descansar, recolocar todo lo de la maleta y vemos que abajo hay para dar masajes por 7 euros la hora, por lo cual, aunque ahora no podemos ya hacerlo porque van a cerrar, nos lo dejamos para otro día. Escribimos al guía y quedamos para que nos recoja mañana muy temprano, a las 08,00 h para empezar el recorrido.



Ya ha anochecido y salimos de nuevo a dar una vuelta y picar algo ligero de cena. Por la noche ya hay menos gente siquiera por las calles, que a su vez están nada iluminadas, pero no hay ningún tipo de riesgo ni peligro, más bien todo lo contrario, la gente allí todos te sonríen y son muy amables.
Al anochecer no hace nada de calor ya, hace fresco y se agradece. Picamos algo de cenar y damos un paseo por el pueblo, se oyen muchos ruidos de todo tipos de animales, ves ranas de vez en cuando por el suelo saltando por ahí, se ven lagartijas o cucarachas también constantemente, pero es algo normal.
Regresamos al hotel para acostarnos temprano, ya que ahora vienen un par de días de mucho tute.  Son las 23,00 h. y nos vamos para los dormitorios, estamos en 2 separados, puesto que no había habitaciones triples.  Yo estoy solo en un dormitorio y ellos dos están en el dormitorio colindante.  Ahora toca dormir.  Se escuchan ruidos de animales diferentes por entre los arboles y la jungla en la que está inmersa el hotel.



DIA 8 - 25 MAYO 2013 - Bali, Gili Island -



Suena el despertador a las 09,00 h ya que tenemos desayuno incluido en esta villa y acaba a las 10,00 h, por eso quisimos apurar en la cama.


Bajamos y es en plan buffet, hay mucho de fruta: mango, piña, sandía, fresas; aparte también para hacer tostadas y un par de variedad de bollería; y quien quiera desayuno americano puedes pedir que te hagan huevos, hay bacon, arroz, etc.




Yo me pido un zumo de naranja, café, una tostada y unos bollos, todo bastante rico. Al acabar pensamos en dar una vuelta a la isla entera para verla por completo. A David le da algo de pereza con el calor caminar y se queda en el dormitorio, por lo cual vamos Miguel y yo.  Hace de nuevo sol y de momento por el camino bajo los árboles se va bien, pero es cierto que a veces el sol se vuelve fatigoso.  Vamos parando en diferentes zonas para ver las playas, hacernos alguna foto, y ver algún puesto.


Hay muchas villas y muy lujosas, de diferentes tipos, llegamos al otro extremo de la isla y caminamos un rato por la orilla del mar, que relax y que tranquilidad se siente, nada de ruido, poca gente, el mar. Se está muy a gusto aquí.  Continuamos caminando y ya llevamos una hora y aún queda para regresar, y ya empieza el sol a castigarnos, al final tardamos 1 hora y media en regresar al hotel, también porque hicimos alguna parada.




Como traemos mucho calor, nos tiramos directamente a la piscina de nuestra villa a refrescarnos un poco, de hecho nos compramos unas bebidas en la barra y nos las llevamos allí, y eso si que es la gloria, en la piscina y con tu jugo tranquilamente. Se nos une David, que nos dijo que se había echado a la cama a descansar. Estamos un buen rato de relax, perdemos la noción del tiempo, hasta que vemos que es ya hora casi de comer, es mediodía. La idea ahora es comer y después irnos a la playa a hacer de nuevo snorkel para terminar de hacer las fotos que quedaban en la cámara y ver más peces.

 
 

Dejamos el cartel para que nos hagan la habitación mientras vamos a comer, esta vez me pido comida “europea”, unos spaghetti, por variar un poco. Hoy corre mas el aire, de hecho parece que ha subido la marea, porque donde solemos comer, ahora oímos el ruido del agua como golpea contra la pared de rocas. El servicio en la villa es fantástico, son muy atentos, todo muy limpio, hay mucho personal, y en todo momento están pendientes. 


Terminamos de comer y ya justo nos habían hecho la habitación en ese rato, de hecho les pillo terminando de hacerla, todo ha quedado genial, y mira que uno llega con tierra y lo deja todo muy sucio, pues perfecto, de hecho eran 3 personas los que estaban limpiándolo todo a la vez.  Nos preparamos para ir a la playa.

 

Vamos a la misma zona más o menos para hacer snorkel y cogemos las gafas de nuevo, y buceamos de nuevo para ver los peces. Hoy hace mucha mas corriente, se nota porque nos aleja enseguida de la zona donde dejamos las cosas en la arena.  Terminamos de hacer las fotos que quedaba en la cámara y nos bañamos un poco y nos tumbamos en la arena. Las zapatillas que me compré en el Decathlon para nadar son genial, todo un acierto. Siempre vemos que hay zona de nubes donde Bali o donde Lombok, pero aquí está soleado. 
 


Recogemos y de vuelta miramos algunos puestos y vamos a descansar un rato a la habitación antes de salir a cenar y de fiesta.  David como ya había descansado algo más antes, decide alquilar una bicicleta para hacer la vuelta a la isla como nosotros, pero mejor en bicicleta para ir más rápido antes de que anochezca.


Me ducho y me lanzo a la cama a descansar un poco. Aunque no duermo, por lo menos el cuerpo descansa un rato, estos dos días en la isla nos están viniendo bien para descansar, relax y coger fuerzas para luego lo que queda del resto del viaje. Aquí solo es playa, estar tirados, chiringuitos y poco más.

 
 

Nos levantamos cuando ya esta anocheciendo y regresa David de su vuelta en bicicleta, ya anda de nuevo nublado el cielo. Nos conectamos un poco a Internet en la recepción del hotel, la verdad es que todo el personal es muy atento y no paran de estar pendientes de nosotros; así da gusto. Ya son las 20:30 h y decidimos cenar algo. Justo antes llamo a casa para felicitar a mi madre por sorpresa, puesto que es su cumpleaños y como sobre esta hora estarán comiendo en casa, así aprovecho. De hecho lo coje mi hermano, ya que están todos en casa para comer y puedo hablar un rato con mi madre.
 



Cenamos otro plato típico de aquí, ya estoy empezando a conocerlos, es Nasi Goreng y está muy bueno, tiene un poco de todo: carne, arroz, huevo, noodles, salsa algo picante. Terminamos con un postre delicioso que me elijo de macedonia de frutas espectacular.  Estamos tirados en el suelo en las cabañas, con una suave brisa muy agradable y el mar. Magnífico.




Ya después nos dirigimos hacia la zona donde es hoy la Full Moon Party, es decir, la fiesta de la luna llena, que por cierto, es verdad que hay luna llena y esta preciosa. La fiesta es en la playa, en un chiringuito donde la gente esta en la arena, algunos sentados sobre ella, otros de pie tomando algo y escuchando la música que están poniendo.


Durante algún rato aparece un chico haciendo malabares con fuego para amenizarlo, y se oye fuerte el agua, incluso por momentos parece que sube la marea porque cada vez se va adentrando mas el agua en la arena. Se va llenando poco a poco de gente, de todas las nacionalidades, la mayoría gente joven. Hay muy buen rollo, gente sana, nos pedimos unas cervezas Bintang para animarnos.


Es curioso como hay muchos grupos de chicas, que ya nos hemos fijado anteriormente que viajan solas, ves muchas veces 2 chicas o 3 chicas solas, sobre todo australianas o también americanas. Eso no es muy típico con las chicas españolas, que si bien pueden viajar por España o algo más de placer, pero es muy raro que hagan viajes de aventura.

De nuevo me da rabia el tema del idioma porque es cierto que la gente da pie a hablar y mantener conversaciones, pero enseguida me topo con el problema de la fluidez.

Según va pasando el tiempo, la gente se va animando más y se ponen a bailar y a relacionarse y charlar unos con otros. Se va llenando y empieza a hacer algo de calor aún estando al aire libre.  Es muy curioso ver bailar a los guiris, van totalmente desacompasados, hacen unos movimientos muy raros.  Nos pedimos otra cerveza y después de estar un rato más nos retiramos al hotel. Aunque aquello tiene pinta de que la noche va a ser muy larga para muchos. Pero nosotros tenemos al día siguiente que partir y coger barco, no es aconsejable beber mucho ni estar muy cansados.


Regresamos al hotel y directamente para la cama, será la 01,00 h aproximadamente.

DIA 7 - 24 MAYO 2013 - Bali, Gili Island -



Suena el despertador muy temprano, a las 07,00 h porque vienen a recogernos muy pronto para ir al puerto desde donde sale el barco.


Nos levantamos y como ya teníamos todo preparado, tomamos el desayuno que habíamos comprado en el supermercado el día anterior y salimos al hall del hotel para esperar a la furgoneta que llega a los 5 minutos.  Es de 9 plazas y ya viene con 2 chicos que por la pinta parecen australianos; tras subirnos nosotros pasamos por dos hoteles más a recoger primero a 3 chicas y luego a otras 2 muchachas más, todo guiri.  Ya estamos completos y salimos hacia el puerto en Padang Bai, que está bastante lejos.




Hay algo de jaleo a la salida de Kuta pero luego cogemos algo que sería como la carretera principal y ahí ya la cosa va mejor; aún así aquí un vehículo no va a más de 80 kms/h, es imposible por todo el jaleo de las motos y aparte porque las carreteras están en malas condiciones, con baches o mal asfaltadas e irías pegando botes.


Vamos pasando por diferentes pueblos, principalmente por la carretera que va por la costa este, se ve todo muy verde, se divisa un monte al fondo por el interior de Bali que es algo que visitaremos cuando regresemos de la isla.  Tras 1 hora y media de viaje llegamos al embarcadero de Padang Bai, ni siquiera puede llamarse puerto porque es bastante pequeño, me imaginaba algo más grande. 




Aunque aquello es un jaleo enorme de gente de diferentes empresas de barcos para ir a las distintas islas, consiguen enterarse de donde va cada uno, dando la identificación del hotel que venimos y nuestros nombres nos ubican y vamos a por nuestro ticket de ida y vuelta y pagamos el billete, 700.000 rupias que incluye los 2 transportes en barco y los 2 transportes de llevada al mismo y luego de vuelta de nuevo hasta el hotel.  Nos quedó bien de precio después de las comparaciones que vimos por Internet y de otras agencias por Kuta.


Dejamos las maletas para que las suban al barco, y nos dice que zarpa a las 09,30 h. en el más grande de todos, es un fast boat, es decir, va rápido; porque había otra empresa algo más barata pero el trayecto de barco era el doble, era mucho más lento. Pasan todo el rato ofreciéndote comida, bebida, fruta, de todo.. Llegan a ser muy pesadas las mujeres, y se ponen los canastos en la cabeza, a veces se colocan cestos enormes.


Subimos al barco y sale con un poco de retraso, a la par salen como 5 o 6 barcos más, aparte de nuestra isla, que es Gili Tragawan, la más grande, hay 2 islas más, Gili Air y Gili Meno, y luego aparte también van barcos hacia Lombok que es otra isla mucho mas grande que Bali.  Las 3 Gili Islands son islas muy pequeñas.  El trayecto dura más o menos 1 hora y media y como va rápido, a veces se te revuelve un poco el cuerpo de los saltos que va dando, aún así consigo dar alguna cabezada y mis compañeros también.


Va mucha gente joven, de todas las nacionalidades. Al llegar hay que echar pie al agua directamente, menos mal que ellos te bajan las maletas, la isla tiene muy buena pinta. Como el hotel esta algo apartado de donde nos deja el barco, cogemos una carreta tirada por caballo para que nos acerquen, mas que nada por las maletas. Al igual que días anteriores hace mucho calor. Nos lleva hasta nuestro alojamiento, Black Penny Villas, una de las tantas villas que hay por allí.



En recepción nos identificamos, todo perfecto, pero tenemos que esperar un poco a que nos den la habitación, así que aprovechamos mientras a tomar algo en el restaurante que ellos mismos tienen. Cuando nos dan la llave y entramos, flipamos en colores. Es una villa de 2 dormitorios para nosotros, tiene piscina privada, en medio de las zonas comunes de los dos dormitorios. Yo me cojo un dormitorio para mi solo con una cama enorme y muy bonita decorada, todo estilo balinés, hasta tiene flores incluso por muchas zonas repartidas.  Y mis compañeros cogen el otro dormitorio de 2 camas individuales. Un lujazo de alojamiento.

 
 
Dejamos las cosas y vamos rápidos para ir a la playa a aprovechar, nos dan un mapa de la isla, nos dicen que se tarda en darle la vuelta entera andando 1 hora más o menos, luego no es muy grande. Vamos a la zona que nos marcan donde es mejor hacer snorkel. Alquilamos unas gafas en la zona señalada y estamos 1 hora o un poco más haciendo snorkel.   Que barbaridad la cantidad de peces diferentes que se puede ver.  Por todas partes te rodean, de todos los tamaños y colores, nos trajimos una cámara de fotos acuática y hacemos alguna que otra foto, a ver si salen bien.  También muchos corales de distintas formas, muy chulos. El agua está genial, y la playa es estupenda, tiene muy buena pinta.  Hace mucho calor.

 


Tras hacer snorkel nos bañamos un rato y luego damos un paseo por la isla. Volvemos al hotel para darnos una ducha y cambiarnos y continuamos conociendo la isla, parándonos de vez en cuando a tomar un jugo de papaya, o una cerveza, en diferentes sitios. Un gran ambiente, gente muy sana, todo limpio, y encima no está hasta arriba de gente por lo cual mucho mejor.  Lo que se ve mucho son australianos y es que es cierto que luego mirando el mapa es que estamos muy cerca ya de Australia, no había pensado que nos encontrábamos tan lejos.


Poco a poco va a atardecer y nos dirigimos hacia una zona que estaba señalada con las mejores vistas para cuando caía el sol, de hecho ya vemos mucha gente por allí sentándose.

 
 

Nos pedimos algo y vemos como se va poniendo de color naranja el cielo según va cayendo el sol y aunque hay nubes que no hacen que se pueda disfrutar del todo, si que queda bonito. Ya hay muchos chiringuitos que van encendiendo hogueras para hacer algo a la brasa, también muchos puestos muy románticos con sus velas en la arena del mar, mucho con tema de hamaca balinesa mirando al mar, etc.

 

Vamos a cenar algo cerca del hotel, un sitio muy tranquilo, con música suave de chill out de fondo, el romper de las olas sonando, una vista del cielo y de la luna inmejorable y la brisa, creo que no se puede pedir nada más.  Además la comida que nos sirven es excelente, Nasi Campur, ese plato de aquí me encanta, ya es la tercera vez que me lo pido. Un postre exquisito y a dar un paseo para bajar algo la cena y ver el ambiente que hay. Vemos que hay tormenta y truenos pero no donde estamos nosotros, en la isla de Bali y en la isla de Lombok, a lo lejos, se ven muchos relámpagos y nubes negras al fondo, a nosotros en ningún momento nos llueve.

 

Hay pocos sitios donde estén con ambiente, por lo general todos están muy tranquilos, pero entramos en uno que tiene gente y están tocando música en vivo un grupo joven, que suena bien.  Nos tomamos unos mojitos y unas caipirinhas mientras les escuchamos, tocan muy bien pop que nos gusta, música de Red Hot, Keane, REM… Estamos hasta que ya nos sentimos algo cansados y regresamos al hotel para ir a descansar, ha sido un día bastante agotador.  Aparte del madrugar, el nadar y estar en la playa también cansa.  Nos cruzamos con una pareja española, por fin, es la segunda vez que topamos con españoles en 7 días.



Llegamos al hotel y nos tiramos a la piscina, que tiene luz en el interior; a mi me da mucha pereza volver a mojarme y luego tendría que ducharme otra vez, así que no me animo y me pongo a escribir un poco antes de ir a la cama.  Son ya las 00,30 h de nuevo se pasa el tiempo muy rápido.   Hay que descansar hoy que nos han comentado que mañana sábado si que hay una fiesta chula y nos apetece pasarnos.