Como hacemos siempre, nos levantamos temprano para que pueda
cundir el día. Hemos descansado muy bien, es lo que tiene acabar el día
anterior agotado.
Por cierto, no he comentado el cambio aquí, que es la
leche: 1 euro = 12.739 rupias
Eso hace que al cambiar dinero para estos días me de cuenta
que soy millonario! Tengo millones de rupias jajaja. Que de billetes, que lío. Tengo fajos y fajos.
Se decide alquilar unas motos para poder movernos por los
alrededores de esta zona del sur de Bali, en Kuta, para que así nos de más
tiempo a ver más cosas. Las cogemos
directamente en el hotel puesto que el precio que nos dicen nos parece barato,
incluso al cogerlas para 3 días les podemos hacer una rebaja.
Yo andaba algo preocupado puesto que nunca he montado en
moto, pero mis compañeros que son asiduos habituales de llevar moto en Vigo, me
comentan que pillamos la mas sencilla, una scooter pequeña que es como una
bici, solo que hay que acelerar (o dar gas) con un manillar y frenar que es
como en la bici. Cuando las alquilamos
en el hotel y nos las traen, la pruebo y parece que me adapto fácil, el truco
una vez lo coges, es sencillo.
Decidimos ir hasta la zona más sur del todo, a lo más
alejado, y cuando salimos del jaleo de Kuta, se va más cómodo ya por la
carretera en la moto. Es curioso para
repostar, que tienen “botellas de vodka absolute” con gasolina para repostar en
los puestos linderos a la carretera. El
sol aprieta como de costumbre, mucho calor, es agobiante a veces, menos mal que
me di protección solar antes de salir de la habitación.
Por lo que veo aquí el 90% de la conducción son gente en
moto, y del restante 10% de coches, la mitad son entre taxis y coches de
chóferes o guías para los turistas. En un principio parece un caos, pero luego
si te fijas hay un orden dentro de ese caos, es decir, hay un respeto enorme en
la conducción, sobre todo por las motos. Pero no hay normas, aparte que se
conduce por la izquierda, las motos se pasan constantemente tanto por un lado
como por otro, y hay mucha contaminación debido a todo esto.
Llegamos al templo en una hora y media más o menos, con
alguna parada por el camino para beber agua y desayunar, con las indicaciones de
los carteles en la carretera y el GPS de David se va bien. Dejamos la moto aparcada y pagamos la entrada
al templo, que es ínfima, 20.000 rupias.
El templo se encuentra justo al borde del acantilado y como llevamos
pantalón corto, nos hacen poner unas telas atadas a la cintura, aunque lo que
es en sí al propio templo no se puede acceder. Solo es para los que rezan.
Vemos todos los alrededores del mismo.
En el templo hay muchos monos, que ya nos avisan que andemos
con cuidado porque son muy traicioneros.
Paseamos pos alrededores del templo, las vistas, son muy bonitas, y el
sol azota de lo lindo, ves abajo el mar pegando fuerte en las rocas, nos
hacemos una buena cantidad de fotos antes de salir del templo.
Y justo cuando lo abandonamos y vamos hacia el parking, de
repente aparece un mono por detrás de Miguel y le arrebata la chancla de uno de
los pies, fue muy ágil y rápido. Y
claro, se escapa con ella, tienen que venir unos vigilantes indonesios, ya que
nosotros ni dándoles galletas somos capaces de que nos devuelva la
chancla. Ya ellos con ofreciéndoles
huevos y demás consiguen quitarle la chancla y devolvérnosla, eso si, a cambio
de una propia por ello.
Salimos de allí ya a mediodía y decidimos acercarnos a algo
de playa, a la costa y nos vamos hacia Nusa Dua, para también ya comer por
allí. Una vez que conseguimos llegar,
nos decepciona un poco el lugar y vamos a comer unos suculentos platos en un bonito
lugar. Me está gustando la comida
indonesa, me recuerda el tema de las especias y demás al año pasado en
Thailandia.
Comenzamos a regresar hacia el hotel, ya que mientras
estábamos comiendo, me escribe por wasaap una chica indonesa, que es amiga de
Griselle, para así quedar con ella a las 19:30 y tomar algo, quedamos en el
famoso Hard Rock Café para que no haya pérdida.
La vuelta se hace algo complicada porque hay mucho tráfico y se va
bastante lento y tardamos bastante más en regresar de lo esperado, de hecho
andamos bastante justos de hora.
Deprisa nos duchamos y arreglamos y vamos donde habíamos quedado con
Ingrid, nuestra invitada indonesa, que por cierto, solo habla inglés, por lo
cual va a estar guay poder practicar algo el idioma.
Primero tomamos algo en el Hard Rock Café y después vamos a
cenar algo a un sitio local que nos recomienda ella. Una charla muy agradable y distendida, donde
me doy cuenta de nuevo que debo aprender bien a hablar inglés, que rabia no
poder hablar más fluidamente como lo hace Miguel por ejemplo. Una chica muy agradable y simpática que
incluso nos da algunos lugares y recomendaciones que nos apuntamos. Le preguntamos mucho sobre tema de este país
y hablamos de todo un poco. Por ejemplo el salario medio aquí en Indonesia al
cambio son 100 euros, en fin.
Acompañamos a Ingrid donde tenía su moto aparcada 3 horas
después, ya que tenía que madrugar al día siguiente por el trabajo y no puede
quedarse más tiempo aunque le dijimos de acompañarnos a tomarnos una cerveza al
pub del día anterior, que está cerca del hotel y nos gustó bastante. Ahí nos tomamos una Bintang y para el hotel
que ya son las 24:00 h. y estamos cansados.
Hay de nuevo poco movimiento de gente por la noche, y es que según nos
dijo Ingrid, aquí es ahora temporada baja.
Volvemos a acostarnos más o menos a la misma hora que el día
anterior. Ha salido un día redondo.
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