El viaje se hace pesado, y muy incómodo para dormir, pero
por fin ya parece que se acaba el trayecto. Según vamos a aterrizar surge lo más
inesperado del todo. Un chico español
que también iba en el vuelo y que era del atleti, puesto que se puso a ver el
partido conmigo al principio, me grita: eh tío, que ha ganado el atleti, hemos
vencido en la prorroga 2-1 con gol de miranda….
Yo no me lo podía creer, me embargó una sensación y una alegría interna
contenida, porque no era capaz de asimilarlo.
Aún así hasta que no lo pudiera verificar por mi mismo, no quería
aceptarlo. El chico se metió en Internet
pagando para poderlo comprobar.
Bajamos del avión y ya el bofetón de calor que te pega de
primeras es premonitorio, aún siendo las 07,00 h. de la mañana en Dubai. Ya cambio la hora, subimos al bus que nos
acerca a la terminal para ir a recoger las maletas. ¡El aeropuerto está en obras, ampliándolo,
pero a lo grande!
Pasamos el control de pasaporte y recogemos las
maletas. Nos vamos directos para el
metro, compramos el ticket que te vale para 1 día, muy económico, y así podemos
usarlo todo el día sin problema las veces que queramos. La estación donde esta nuestro hotel es Unión. Donde confluyen las dos líneas de metro, así
que guay. No tardamos mucho en llegar,
el metro es ultramoderno y muy rápido, limpio y todo perfectamente indicado. Eso si, ponen muy fuerte el A/A y como
sigamos así, el contraste del calor de fuera con el frío de cualquier sitio que
entremos va a ser tremendo.
El Hotel que se llama Confort Inn, queda al lado del metro,
apenas 200 metros,
y gracias al GPS de nuevo de David, podemos llegar fácilmente. Serán más o menos las 09,00 de la mañana, ya
hora de aquí de Dubai y al llegar a recepción nos dicen que si esperamos 10
minutos ya nos pueden dar la habitación, perfecto. Dejamos las maletas, nos dan la clave para el
WIFI gratis que tenemos y en un momento veo que tengo de 8 conversaciones
diferentes por wasaap más de 300 mensajes en total. Confirmado, victoria rojiblanca, muy feliz, y
ya escribiré a la noche a todos. Decidimos
salir rápido a ver la ciudad, puesto que solo tenemos el día de hoy y queremos
abarcar lo máximo posible. Nos cambiamos
de ropa, pantalón corto, y a comenzar.
Lo primero que vemos es la zona antigua, que es lo cercano a
donde está nuestro hotel, cogemos el metro un par de estaciones y visitamos los
zocos. Primero el Zoco del Oro, que como
su propio nombre indica son todo tiendas de oro, joyas, pero calles y calles,
muchas tiendas caras y todo vacío, al vernos claramente turistas no paran todos
los dueños de llamar tu atención para que te acerques. Después visitamos el Zoco de las Especias,
olores muy fuertes, de tantas cantidades de especies, que ni yo conocía. Es la zona antigua y esto se ve rápido que es
la gente mas pobre y menos pudiente, por sus formas de vestir, los
edificios. Esto es lo que en un
principio era sólo la pequeña Dubai, y no lo que se ha convertido ahora.
Después de caminar un rato, como estamos por la zona del
Creek, el río que serpentea por el centro de la ciudad, decidimos dar un paseo
en barca por el mismo, que habíamos leído que era recomendable. Hay cantidad de barcas, de todas las formas,
a cada cual mas “cutre”, son de madera, con lo mínimo para poder navegar. Hay muchos muelles que hacen traslados de un
lado al otro del río por un módico precio de 1 euro al cambio, o sin embargo
puedes dar un paseo a todo lo largo del río que es lo que hicimos nosotros, que
dura 1 hora. El sol pega de lo lindo,
tiene que haber más de 30 grados fijo.
Menos mal que la gorra ayuda a combatirlo. Ya en el paseo en barco se
puede ver el increíble contraste de la ciudad, todos los enormes rascacielos,
hoteles de lujo, bancos, y tantísimas construcciones a medio hacer, en una zona
puedo contar hasta 20 grúas en un solar, que barbaridad. Y también se ve la
zona mas pobre.
Ya tenemos apetito, pero antes de comer, vamos a ver el
Museo de Dubai, tras dejarnos el “barco” al otro lado del Creek. La entrada es
muy barata, 3 AED por persona, aunque el museo tampoco tiene mucho que ver, te
explica un poco el procedimiento del nacimiento de la ciudad y su progreso, que
ha sido muy reciente, también de manera grafica con figuras, el modo de vivir
que tenían al principio: la pesca, la agricultura, etc.
Buscamos un sitio para comer, y entramos en uno que indica
que tiene comida india y china. El
nombre nos pareció curioso, Mama´s dinner, y eso nos atrajo.
Pedimos un plato de carne cada uno, arroz para compartir y
unos rollitos que estaban muy buenos, resulta bastante barato.
Es la primera vez que visito un país árabe o musulmán, y
aunque lo ves por la TV,
realmente es curioso ver a muchas mujeres todo tapadas. Cada rato, se oyen por la cantidad y cantidad
de mezquitas que hay por la ciudad, la “llamada” por los altavoces a rezar
supongo. En alguna ocasión incluso me recuerda a la serie Homeland.
Después de comer, digamos que nos quedaría de ver todo lo más
moderno o más interesante o atractivo.
Nos dirigimos en metro hasta la parada más cercana a la Mezquita de Jumeira, que
es la más bonita de la ciudad y que queríamos visitar, las distancias en Dubai,
son enormes de un lugar a otro. Al final
resulta que la mezquita quedaba muy lejos del metro y tenemos que andar un buen
rato, con todo el sol arriba en el momento que mas aprieta. Pero una vez que llegamos a ella merece la
pena, porque es impresionante, imponente.
En toda la ciudad como ya he dicho hay muchas no, muchísimas mezquitas,
todas del mismo estilo, pero esta es similar pero “gigante”.
Esta cerrada, aunque yo yendo en pantalón corto no tenía
pensado entrar, aunque nos hacemos las fotos de rigor. Desde ahí como teníamos pensado, cogemos un
taxi para ir hasta el Burj Al Arab, que es un hotel al lado de la playa que
tiene forma de vela.
No me imaginé que estaba tan lejos, por lo menos 30 minutos
en el taxi, no hay gran cantidad de tráfico, pero si muchos semáforos. Por cierto, la cantidad de cochazos que se
ven por la ciudad es innumerable, no paras de ver Ferraris, Porches, a cada
cual mas espectacular. Llegamos al
hotel y al acercarnos resulta que no se puede uno arrimar mucho, es zona
privada y tenemos que hacernos fotos desde lejos, sin tener buena toma.
Damos la vuelta alrededor a ver si podemos acceder a mejor
zona, pero nada, tiene la playa privada también para los propios inquilinos del
hotel, y ya mas allá en la zona de playa pública, no hay buen sitio de hacer
panorámica de foto, lo cual nos decepciona bastante. En un alarde de riesgo, Miguel decide entrar
en el Hotel que hay al lado, que también es de lujo, para ver si desde ahí se
puede. Entramos del tiron a ver si nadie
nos dice nada y hay suerte, entramos hasta la piscina, donde ya no nos dejan
pasar puesto que hay también una fiesta privada. Todo lujo y más lujo se ve por allí. Nos vamos algo decepcionados, no con el
hotel en si que es estéticamente precioso, pero si con el hecho de no poder
acercarte ni para verlo de cerca ni para hacer instantáneas.
Para volver cogemos un nuevo taxi, hasta el metro mas
cercano, en The Mall, un centro comercial de grandes dimensiones, del estilo a
todo por allí, a lo grande. Son ya las
16,00 h. y se acerca la hora en que tenemos los tickets para subir al edificio más
alto del mundo, que está allí cerca. Nos
damos un paseo por las tiendas de The Mall, todas tiendas de lujo, y
aprovechamos para comprar unas botellas de agua y refrigerarnos.
Nos dirigimos ya hacia en metro de nuevo hacia el Burj
Khalifa, el edificio más alto del mundo – hasta la fecha - que parece tocar el cielo. Antes de subir, nos pasemos por abajo viendo
las Torres Emirates, algo decepcionantes, y también las fuentes donde iremos
luego a ver un espectáculo de agua que hay.
Entramos ya para subir al edificio y menos mal que íbamos con tiempo,
porque es un lío enorme para acceder a él, muchos pasillos eternos. Hasta que llegamos a la entrada, mostramos
el ticket reservado por Internet con un mes de antelación, y vemos que hay
mucha gente para subir a la misma hora que nosotros, menudo negocio tienen
ahí. Calculo que aproximadamente para
subir a las 18,00 h. somos fácilmente casi 100 personas.
Empiezas a ver todos los datos del edificio y alucinas. La cantidad de personas que trabajaron para
construirlo, el número de ascensores que tiene, la velocidad a la que
sube… Esta todo bien organizado, aunque
es muy lento, al final casi cuando subimos ha pasado media hora, y quizás ya la
iluminación arriba no sea la deseada.
Una vez que nos metemos al ascensor, pensé que la subida iba a impactar,
pero es muy suave, casi ni te enteras que estas subiendo, si no es porque vas
mirando el número que indica las plantas que vas pasando y los oídos, que eso
si, se te bloquean. Ascendemos hasta la
planta 124 y desde el mirador nos quedamos impactados de las vistas que nos
encontramos. Sin palabras. Vamos dando la vuelta al mirador para
observar lo que es Dubai desde las alturas desde los cuatro puntos
cardinales. Guau!
Procedemos a descender para ir a ver a las 20,00 h. el
espectáculo de las fuentes y al salir nos damos cuenta que ya están los
edificios iluminados. Que pasada. Qué bonito ver esos edificios tan enormes con
las luces. Y quedaba aún por ver lo mas
asombroso que es el tema del juego del agua en las fuentes. He de decir que no me esperaba que fuera
algo así, dura solamente 3-4 minutos, lo que dura la canción, pero creo que me
quedé con la boca abierta desde que empezó hasta que terminó. Con la canción del italiano Bocelli de fondo
de “Por ti”, empieza un juego serpenteante en el agua, que me recuerda a lo que
hacen las sirenas españolas de natación sincronizada, pero todo solo con
agua. No podría describirlo, no hay
palabras. Magistral. Nos gustó tanto que nos esperamos otra media
hora a la siguiente sesión de las 20,30 h.
Para repetir una vez más, pero con otra función rotamente
diferente. Todo abarrotado de gente, por
supuesto.
Antes de regresar al hotel, ya muy cansados de todo el día
sin parar, vamos a cenar algo rápido en el centro comercial, una hamburguesa
con patatas y de vuelta en metro al hotel literalmente agotados. Resulta que entramos en el metro y cuando
estamos en el vagón una mujer nos dice algo.
Yo no la entendía, pero nos lo repite varias veces, yo pensé que era
algo sobre las paradas y tal, pero Miguel que la escucha de repente nos dice,
vamos al otro vagón de al lado. ¡Resulta
que ese vagón era solo para mujeres! Y
es cierto que solo iban mujeres, una vez que se fija uno. ¡Flipante!
Ya sentimos curiosidad y por fuera si que es cierto que lo pone en el
vagón, pero hay que mirarlo bien, y aparte también hay otro vagón para gold
card, como gente VIP, me supongo que pagará algo mas en el transporte. Esos vagones son los extremos.
Cuando ya estamos en el hotel, nos damos unas duchas de
relajación que sientan de lujo y a
tirarse a descansar, ver algo por Internet, escribir a los familiares y amigos
unas palabras y poco más. Organizamos la
maleta para salir al día siguiente de nuevo al aeropuerto y abandonar Dubai.
Yo sinceramente no es un lugar que recomendaría para ir de
turismo durante muchos días, si es para verlo esto se hace bastante
rápido. Para hacer una visita Express
así como nosotros está bien, pero no lo aconsejaría de turismo, salvo para
alguien con pasta y sea turismo de lujo.
Para conocerlo y puesto que nos pillaba de escala en nuestro viaje, está
bien. Obviamente no es de las mejores
ciudades que yo haya visitado, aunque me deje imágenes para el recuerdo.
Ponemos el despertador y a dormir, ha sido un día completo,
nos dio tiempo a ver todo lo que queríamos.
Perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario