Nos levantamos a las 09,00 h.
Una ducha rápida y como ya dejamos las maletas preparadas,
bajamos únicamente a tomar el desayuno de buffet de la villa antes de
abandonarlo. Un zumo de naranja, café y bollos y una tortilla francesa, más
algo de fruta para llenar el estómago. Dejamos
con mucho pesar esta maravillosa villa, muy recomendable, y nos dirigimos hacia
donde sale el barco, que zarpa a las 10,30 h.
Como vamos con las maletas, de nuevo cogemos un carro, para que nos acerque. Nos chequean el ticket y nos apelotonamos todos los viajantes y todo el equipaje. Hace de nuevo un día soleado y parece que vamos a salir con retraso. Forman una línea humana los chicos indonesios para subir las maletas al barco poco a poco, y nos montamos al mismo barco en el que vinimos.
Y con mucha pena dejamos la isla, para mí totalmente
desconocida, pero maravillosa y paradisíaca, para un relax absoluto y descanso,
sin agobios, barato, y muy bien atendidos. Salimos con bastante retraso, y no nos vamos
directamente para Bali, sino que antes pasamos por otra de las islas, Meno, y
también por Lombok, para dejar a unos cuantos y que suban otros.
Eso hace que el regreso sea mas largo que para venir, un
viaje cómodo, para por fin llegar al embarcadero de Padang Bai. Ahí ya teníamos
hablado cuando lo contratamos que el transporte nos llevara directamente a
nuestro próximo destino, Ubud, y tal cual lo anotaron en nuestro ticket y al
bajar del barco ya estaban las furgonetas preparadas para cada destino.
Nos subimos nosotros tres a la furgoneta con otros 3 chicos
australianos que también van para Ubud y tardamos en llegar una hora
aproximadamente. El camino es todo muy verde; de hecho donde vamos nosotros
ahora a estar alojados, Ubud, mas céntrico de la isla es un pueblo en medio de
todo arrozales y muy verde.
Llegamos a Ubud al mediodía, ya con hambre, y nos dejan
directamente en nuestro hotel reservado, el Tunjung Mas Bungalows, que nos había
recomendado el guía que tenemos contratado para las rutas estos días
posteriores. Entramos y ya es muy acogedor y tranquilo, transmite mucha paz,
están las habitaciones como en el interior de un bosque. Tras pasar por recepción
y darnos allí mismo unos zumos de naranja, nos dan las llaves y al entrar en
los dormitorios confirmamos la buena pinta que tenían, muy bonito y limpio. Y preciosas vistas por el enorme ventanal.
Como teníamos ya hambre, salimos directamente a comer, nada más salir ya vemos por la misma avenida que va hacia el centro, muchos sitios para poder comer, tiendas, etc. En uno que tiene muy buena pinta entramos, ya que miramos fuera la carta y está bien de precio. Pedimos comida y la calidad y la presentación es realmente buena, yo esta vez me pedí algo de carne y me salí de la comida asiática.
Se ha nublado, y tras comer, como nos dieron un mapa en
recepción de Ubud, damos una vuelta para verlo, miramos las tiendas de
souvenirs, hay mucho tema de tiendas de máscaras y de esculturas. El pueblo es muy tranquilo, no hay mucha gente
y tampoco hay mucho ruido, me gusta. Estamos alojados muy cerca de lo más
conocido de Ubud, el Monkey Forest, el bosque de los monos. También es muy
conocido el mercado que hay. Pero como
empieza a chispear, regresamos al hotel.
Aprovecho para escribir algo y descansar, recolocar todo lo de la maleta y vemos que abajo hay para dar masajes por 7 euros la hora, por lo cual, aunque ahora no podemos ya hacerlo porque van a cerrar, nos lo dejamos para otro día. Escribimos al guía y quedamos para que nos recoja mañana muy temprano, a las 08,00 h para empezar el recorrido.
Ya ha anochecido y salimos de nuevo a dar una vuelta y picar
algo ligero de cena. Por la noche ya hay menos gente siquiera por las calles,
que a su vez están nada iluminadas, pero no hay ningún tipo de riesgo ni
peligro, más bien todo lo contrario, la gente allí todos te sonríen y son muy
amables.
Al anochecer no hace nada de calor ya, hace fresco y se
agradece. Picamos algo de cenar y damos un paseo por el pueblo, se oyen muchos
ruidos de todo tipos de animales, ves ranas de vez en cuando por el suelo
saltando por ahí, se ven lagartijas o cucarachas también constantemente, pero
es algo normal.
Regresamos al hotel para acostarnos temprano, ya que ahora
vienen un par de días de mucho tute. Son
las 23,00 h. y nos vamos para los dormitorios, estamos en 2 separados, puesto
que no había habitaciones triples. Yo
estoy solo en un dormitorio y ellos dos están en el dormitorio colindante. Ahora toca dormir. Se escuchan ruidos de animales diferentes por entre los arboles y la jungla en la que está inmersa el hotel.
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