viernes, 24 de mayo de 2013

DIA 4 - 21 MAYO 2013 - Bali, Kuta -



Como hacemos siempre, nos levantamos temprano para que pueda cundir el día. Hemos descansado muy bien, es lo que tiene acabar el día anterior agotado.


Por cierto, no he comentado el cambio aquí, que es la leche:  1 euro = 12.739 rupias


Eso hace que al cambiar dinero para estos días me de cuenta que soy millonario! Tengo millones de rupias jajaja.  Que de billetes, que lío.  Tengo fajos y fajos.


Se decide alquilar unas motos para poder movernos por los alrededores de esta zona del sur de Bali, en Kuta, para que así nos de más tiempo a ver más cosas.  Las cogemos directamente en el hotel puesto que el precio que nos dicen nos parece barato, incluso al cogerlas para 3 días les podemos hacer una rebaja.



Yo andaba algo preocupado puesto que nunca he montado en moto, pero mis compañeros que son asiduos habituales de llevar moto en Vigo, me comentan que pillamos la mas sencilla, una scooter pequeña que es como una bici, solo que hay que acelerar (o dar gas) con un manillar y frenar que es como en la bici.  Cuando las alquilamos en el hotel y nos las traen, la pruebo y parece que me adapto fácil, el truco una vez lo coges, es sencillo. 

 

Decidimos ir hasta la zona más sur del todo, a lo más alejado, y cuando salimos del jaleo de Kuta, se va más cómodo ya por la carretera en la moto.  Es curioso para repostar, que tienen “botellas de vodka absolute” con gasolina para repostar en los puestos linderos a la carretera.  El sol aprieta como de costumbre, mucho calor, es agobiante a veces, menos mal que me di protección solar antes de salir de la habitación.



 
Por lo que veo aquí el 90% de la conducción son gente en moto, y del restante 10% de coches, la mitad son entre taxis y coches de chóferes o guías para los turistas. En un principio parece un caos, pero luego si te fijas hay un orden dentro de ese caos, es decir, hay un respeto enorme en la conducción, sobre todo por las motos. Pero no hay normas, aparte que se conduce por la izquierda, las motos se pasan constantemente tanto por un lado como por otro, y hay mucha contaminación debido a todo esto.
 
Llegamos al templo en una hora y media más o menos, con alguna parada por el camino para beber agua y desayunar, con las indicaciones de los carteles en la carretera y el GPS de David se va bien.  Dejamos la moto aparcada y pagamos la entrada al templo, que es ínfima, 20.000 rupias.  El templo se encuentra justo al borde del acantilado y como llevamos pantalón corto, nos hacen poner unas telas atadas a la cintura, aunque lo que es en sí al propio templo no se puede acceder. Solo es para los que rezan. Vemos todos los alrededores del mismo.



En el templo hay muchos monos, que ya nos avisan que andemos con cuidado porque son muy traicioneros.  Paseamos pos alrededores del templo, las vistas, son muy bonitas, y el sol azota de lo lindo, ves abajo el mar pegando fuerte en las rocas, nos hacemos una buena cantidad de fotos antes de salir del templo.

 
Y justo cuando lo abandonamos y vamos hacia el parking, de repente aparece un mono por detrás de Miguel y le arrebata la chancla de uno de los pies, fue muy ágil y rápido.  Y claro, se escapa con ella, tienen que venir unos vigilantes indonesios, ya que nosotros ni dándoles galletas somos capaces de que nos devuelva la chancla.  Ya ellos con ofreciéndoles huevos y demás consiguen quitarle la chancla y devolvérnosla, eso si, a cambio de una propia por ello.
 
 
Salimos de allí ya a mediodía y decidimos acercarnos a algo de playa, a la costa y nos vamos hacia Nusa Dua, para también ya comer por allí.  Una vez que conseguimos llegar, nos decepciona un poco el lugar y vamos a comer unos suculentos platos en un bonito lugar.  Me está gustando la comida indonesa, me recuerda el tema de las especias y demás al año pasado en Thailandia.
 
Comenzamos a regresar hacia el hotel, ya que mientras estábamos comiendo, me escribe por wasaap una chica indonesa, que es amiga de Griselle, para así quedar con ella a las 19:30 y tomar algo, quedamos en el famoso Hard Rock Café para que no haya pérdida.  La vuelta se hace algo complicada porque hay mucho tráfico y se va bastante lento y tardamos bastante más en regresar de lo esperado, de hecho andamos bastante justos de hora.   Deprisa nos duchamos y arreglamos y vamos donde habíamos quedado con Ingrid, nuestra invitada indonesa, que por cierto, solo habla inglés, por lo cual va a estar guay poder practicar algo el idioma.
 
Primero tomamos algo en el Hard Rock Café y después vamos a cenar algo a un sitio local que nos recomienda ella.  Una charla muy agradable y distendida, donde me doy cuenta de nuevo que debo aprender bien a hablar inglés, que rabia no poder hablar más fluidamente como lo hace Miguel por ejemplo.  Una chica muy agradable y simpática que incluso nos da algunos lugares y recomendaciones que nos apuntamos.  Le preguntamos mucho sobre tema de este país y hablamos de todo un poco. Por ejemplo el salario medio aquí en Indonesia al cambio son 100 euros, en fin.

 
 
 

 
 
Acompañamos a Ingrid donde tenía su moto aparcada 3 horas después, ya que tenía que madrugar al día siguiente por el trabajo y no puede quedarse más tiempo aunque le dijimos de acompañarnos a tomarnos una cerveza al pub del día anterior, que está cerca del hotel y nos gustó bastante.   Ahí nos tomamos una Bintang y para el hotel que ya son las 24:00 h. y estamos cansados.   Hay de nuevo poco movimiento de gente por la noche, y es que según nos dijo Ingrid, aquí es ahora temporada baja.
 
Volvemos a acostarnos más o menos a la misma hora que el día anterior. Ha salido un día redondo.

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